Estoy muy orgullosa de ser catalana, de mi cultura, de mi historia y de mi lengua. La lengua materna de mi madre es el castellano y la de mi padre el catalán, por lo tanto, soy bilingüe domino las dos lenguas perfectamente aunque debo reconocer que la que más uso profesionalmente es el catalán y el castellano con mi familia. Debo destacar que el catalán me parece más dulce y me siento más yo con él. Todo lo opuesto a mi hermano aún habiendo tenido el mismo entorno.
Estudié en La Salle desde mis 4 años hasta los 18 años y mi lengua vehicular fue el catalán, ¿dónde está el problema? mi nota de castellano en la selectividad fue más alta que la de catalán ambas con 7,75 y 7,50 respectivamente, en mi casó ha funcionado perfectamente la inmersión lingüística.
Mi carrera universitaria la realicé en la Universidad Autónoma de Barcelona, y depende de que asignaturas se hacían en catalán y si había algún alumno de Erasmus pues en castellano si ningún problema. Aunque reconozco que algunos profesores con el acento muy marcado gironí era muy gracioso. Yo nunca he oído alguno negarse a ninguno al cambio de idioma.
CONCLUSIÓN: mi educación en catalán me ha permitido dominar más idiomas que nuestro presidente del gobierno pues domino perfectamente: catalán, castellano, inglés y por supuesto más saber estar.
¿Dónde está el problema? Estoy indignada. Sí, estoy indignada con la decisión judicial que obliga a una clase de 25 niños tener que cambiar al castellano por solo uno, realmente es que yo demandaría judicialmente este perjuicio hacia mi hijo, si fuera uno de los 24 restantes. Realmente es que no lo comprendo por más que lo pienso y lo medito.
Y entonces recuerdo la frase del Sr. Wert: VAMOS A ESPAÑOLIZAR A LOS NIÑOS CATALANES y ahí me revelo, ¿para qué tenemos el Estatut, para que lo pasen por los...? para que nos lo tumben, nos lo modifiquen y los desdibujen... Y si me siento menospreciada, decepcionada y poco valorada. También me siento atacada cuando veo según que programas que agreden a los catalanes con tópicos inexistentes y sobretodo cuando nos agreden por nuestra lengua.
Esto me cabrea y me vuelve más radical, me están volviendo independentista. Sí este gobierno me está agrediendo y pienso que sin ellos estaré mejor, que sin ellos tendré la tierra prometida, sabiendo que no es cierto, pero mejor que esto será, no es muy difícil. Y este pensamiento resulta peligroso, lo triste es que no necesito una mejor opción es que NO SOPORTO LA QUE TENGO.
YO QUIERO LA CONSULTA quiero opinar sobre mi futuro y respeto tanto el SI como el NO, pero creo que ha llegado el momento, de poder decir lo que pienso y asumir las consecuencias de mi decisión.
Igual que quiero la consulta quiero que nos expliquen los pros y contras de la independencia, que nos den los datos objetivos. Y yo con estos poder tomar mi decisión, porque a parte de corazón tengo cerebro y quiero datos. Pero sobretodo quiero RESPETO por las dos opciones.
Respeto todas las opiniones y espero que respeten las mías me siento como un cajero, no ponen obstáculos a mi dinero pero si a mis derechos y ante esto me quiero revelar.
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